El Sol aclara el pelo.
La suela de mis pensamientos ya arañaron muchas veredas para seguir en el silencio de la intimidad, quizás sin ser sensato te comparto mucho de mi silencio en esta sonrisa amarga.
Quiero que sientas cuánto me pesa el cielo, quiero que te sientes al lado mío a conversar acerca del porqué todavía no me encuentro en mis propios pasos, porque siempre te fui honesto salvo mi última vez, en el auge de las cataratas, cuando más necesitaba de aquellos suspiros que teníamos.
Quizás sea un pedido con mucho retardo, pero tengo fé en que todavía yace un poco de vida en las siluetas que compartí en frente tuyo. No son estruendosas, sino tranquilas; me resuelvo imaginándome mirando el suelo en una sonrisa tímida y llena de palabras, que callan con mucha fuerza.
No quiero que te quedes con el ahínco de mi huida sino con lo que callé, que me resulta muy complejo. Seguro te estarás riendo pero no se qué mas te puedo decir, en serio no sé, pero me gustaría que soplen esas palabras cuando le critico al mundo su peso sobre mí, porque todavía no concibo la idea que tuve en aquel momento como algo propio, y que si realmente pude evocar tu inseguridad quiero que sepas que vos evocaste la mía. Mi gran reto fue aplacar todo aquello ajeno a nosotros dos en el momento en que todos dormían, en nuestro primer encuentro.
Todavía sigo esperando el momento, aunque por sentirme aislado por la penumbra tuve que dejarme socorrer un rato largo.
Todavía sigo esperando el momento, aunque por sentirme aislado por la penumbra tuve que dejarme socorrer un rato largo.
No siento lo mismo, lo admito, pero el tiempo y la indiferencia quizás poblaron ideas que a priori siempre me gustaron, como el hecho de tu cultura y tu forma de mentir, que pronunciaron en mi silencios dubitativos .
No confío mucho en tu imagen de mí, pero llego justo con la esperanza.
Me presupongo equivocado; todavía creo que podríamos sacar un libro de biblioteca nacional, a pesar de ser mas bonaerenses que los pampas; todavía podríamos ir al museo de la lengua, a pesar de que no nos veamos.
Me gustaría encontrarte ahora que la experiencia hizo de mi algo un poco mejor.
Sinceramente no sé lo que quiero (quien sabe igual, todos hipócritas ¿no?), pero estoy seguro que quiero intentar preguntarte, una vez mas, de qué color te queda el pelo después del Sol.
Quiero que lo veas por vos misma.
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