"Y vos pensarás" de Guido B. Magallán
El mismo fuego saturado de su calor
el simple espacio inexistente
el fluido nocturno, el de las flores de belleza intransigente,
derrama tragedia frívola de las certezas confesadas desde mi abismo
la verdad mentira que crece al mirar tu rostro
y sucumbe en la bifurcación de si mismo
¡Cómo te extraño cuando inmaculada!
de la silueta rosa
labrada al contorno mío
y ahora
última en cada segundo de tu cresta
estas moldeando la septentrional presencia, por mí
por los fuegos que saturan de su calor
por los espacios que no albergan
por las tragedias que gestan en las noches de cada día
y caen ovaladas en tus mejillas
como si yo les hubiese dado vida
y se filtran en tu piel toda
resecándose,
succionando el amor entero,
animándose a criar el rencor ajeno desde su seno
y parir en el constante ciclo de las vías,
de los tormentos.
Y así te anhelo como desde un principio,
antes que incida en el despliegue de tu aire
y se vuelva mutuo.
Te dejé caer en las manos.
Vos, como el umbral sensible que me place tanto
que me impide vivir sobre los cadáveres de la cuna
de las hojas apiladas
afilando las noches de la mutualidad
derramando los fluidos que tajaste en mí
y de la luna,
que nos observa al caernos.
Y vos pensarás
que realmente así era el esplendor oculto.
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