"El eco nos terminaría aplastando." de Guido B. Magallán
El hombre,
como precozmente hombre fue,
nació al enseñar.
La didáctica derrotó al olvido
y acobijó todo lo que los ojos supieron devorar.
Pues, crecidas las sombras,
las sucesiones se perfilaron
para purgar toda incertidumbre
que yace sosteniendo a cada hijo
y de todo lo que se alimentase de luz.
El reto imposible,
el que convirtió al hombre en hombre,
fue resistir el silencio
sobrepasar toda confección natural
para erguirse en el nuevo paradigma,
que ansía prometer a los subsiguientes,
la verdad absoluta.
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