"El peso de la inmensidad." de Guido B. Magallán.

La promoción del vacío
al páramo de los rumores.
Inaplacable, la danza tenue de mis ojos
obsequiada a los reflejos penumbrosos
del gran corpúsculo.
Humillado y sumiso, soy uno
con la benevolencia de la inmensidad,
tan aplastante.

La coincidencia de su belleza,
en su furtivo cenit,
cristaliza mi ausencia;
sólo contraje mi cuerpo
hacia el hecatombe del anochecer.

Soy el espectador
que el tiempo
hizo de las estrellas
en su fatuo tránsito.
A su merced, única e inevitable
llenaré de congoja e impotencia
esta hermosa reminiscencia inabarcable.

Quizás mis pasos prepotentes
sólo sean engendros de su soberbia,
como esta inmensidad.

Quizás su temblor en mí
sea la ira de su silencio esplendoroso.

Al entregarme,
rompo mi disfraz
hacia el anacronismo
sólo soy mientras
al estar en la nada.

Quizás el hombre invente dioses
para aplacar su peso absoluto e insoportable.


Comentarios

Entradas populares