"La nada de estas salidas" de Guido B. Magallán

Todo esto es la muerte de las palmeras en efervescencia, dijiste. Intenté seguirte, intermitente y atento. Capaz te lo tomaste a mal, corte que fuí muy atrevido al contemplarte. No sé, me sigo haciendo el bocho. Estoy confundido, eso de movida. Mansa danza hacia los bordes, a pleno. Nada mundano, sino ese nihilismo de cheto que tanto se me escapa pero que me hizo pensar que agarraste viaje, igual dudo mucho ahora.
No es que arruge, pero al final me regalaste un amague y un taxi escondiéndose entre las luces.

pasillos que convergen en colectivos
que convergen en bolsillos vacíos y resabio de vino
que emergen en la suerte que me acamala:
tirar a Ramos por la ventana ya no significa mucho.

quizás tu propaganda en mi recuerdo,
tu candencia al observarme:
erotismo reverberante,
aroma desvirtuable y adulador,
átomos de tu trascendencia.

la noche se refriega contra la oscuridad,
sin mostrar su anhelo.

gente en su transcurrir,
ágape de parsimonia cubierto de nafta
un motor que suena
y la vejez embistiendo su permanencia
por todo Juan B Justo.

así me domó ese vértigo lacerante.
maduró pateando avenidas
mientras buscaba vidrieras para romper,
en pleno letargo de humo perdiéndose en el viento.

Amanecer porteño. Foto tomada por mi cerca de Urquiza.