Despertarse dormido.

Termina el largo pestañeo
me devuelve recostado
todavía desenterado
que los relojes me observan.

Es que antes de pararme
y después de acostarme
extraño la suavidad de mi interior
de las sutiles curvas de la imaginación.

Todavía me es un problema
si bien soy joven
cada día me olvido de soñar un tema
a pesar de que un dormido lo puede todo
despierto se entera
de que no sabemos imaginar
lo que la vida nos espera.






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