"Amigos" de Guido B. Magallán.
Conocerse de espaldas
con el rostro al viento
evitando sus miradas de péndulo.
Si se percatasen
que al pasar cerca mío
los añoro sin explicarme.
Pequeños grandes bastones
que no le huyen al olvido.
Si la corrida fuese silenciosa
los perdería,
los perdería.
Son frágiles en su templanza
porque viven para lo obscuro
y no se malean por calor
ni por hambre
siempre con la mano tendida
me saludan al nuevo día.
Pero su paso deja nueva carne
que en su ausencia crece
cual tumor penetrante.
¡Qué congoja suceder con ellos!
La pena que no fuesen eternos
que las cuerdas se rompan
que los animales se pierdan.
Pero como todo buen loco
saben en qué luna
comenzar a llorar.
Comentarios
Publicar un comentario