Pequeño fragmento de la puesta a punto de un nene en un colectivo, comprendida desde que empezó su risa hasta que se bajó.
[El teatro,
las cuatro ruedas,
los pigmeos,
las barandas,
el niño;
todavía no le creo al par de ojos que me heredaron.]
El nene escogió - escogí, es lo mismo- "Live forever" de Oasis como el solvente de todo esto:
Maybe, i don't realy wanna know, how your garden grows, jugaba con la madre, estrechándose las palmas al ritmo de una canción desconocida para todos, menos para él. Su compañera sólo lo siguió físicamente, admirándolo felizmente. Lately, did you ever feel the pain, in the morning rain, su mirada perdida, alguna baba que caía a su chaleco polar; su madre sentía la ternura repetitiva e incesante (agobiante) de la impotencia, it soaks it to the bone.
Su risa se oye fuerte en todo el colectivo. Algunos miran alarmados, otros, ni se enteran. Pero somos unos cuantos que observan, tratamos de dilucidar cuan fugaz es la risa de los niños, maybe I just wanna fly.
El nene miró a dos hombres, ambos con el chaleco de "Rolito", subidos en Merlo. Se dió cuenta que lo miraban, atónitos. Su detenimiento fue por una posible e inverosímil -por suerte, pensaron- comparación con sus respectivos hijos, I wanna live. Él los saludo con una sonrisa exagerada pero tierna, acompañada de un agite de su mano izquierda, bastante torpe. No le devolvieron el saludo, I don't wanna die.
El niño no reaccionó frente a su indiferencia, pues su madre le dijo algo (no lo pude oír) para atraer su atención y salvarlo de la nada que infunden esos pares de ojos.
"[...] están cansados y vienen de trabajar." Maybe i just don't believe.
El niño mira a su madre, agitando rápidamente la cabeza, con una sonrisa en la cara, en un gesto afirmativo, y la abraza, maybe you're the same as me. La madre lo abraza, riéndose, we see things they'll never see.
Al terminar el abrazo, la madre le pone la mochila de la escuela en la espalda. El niño se resiste, maybe I will never be, all the things I want to be, pero se convence rápido con el "Dale hijo, hay que bajar" ,but now is not the time to cry.
La madre lo levanta del asiento, para bajar en la parada del colegio, now's the time to find out why. Se dirigieron hacia la puerta de adelante del colectivo. El nene se paró en la mitad del pasillo para saludar, nuevamente, a los dos hombres. I think you're the same as me. No le responden, pero lo miran fijo. "Dios, qué les cuesta" pensé.
Luego el nene saluda al chofer, que estaba muy apurado. (se deducía fácilmente por la cara y por la velocidad del colectivo; hay muchos espejos). Tampoco respondió al baile de su palma abierta. We are gonna live forever.
"-Vamos hijo-" le dijo agarrándole de su mano, la madre, que estaba un poco nerviosa.
El chofer lucía irritado. Trataba de ignorar al nene, pero la mano esta abierta en el aire, moviéndose, esperando la recíproca, we are gonna live forever.
El colectivero no podía arrancar sin que el nene se bajara, así que su cara de enojo no se hizo esperar. gonna live forever.
"No, no lo hagas" pensé. Los espejos; tu rostro de perfil daña esa pureza irreconstruible. "Saludalo, forro", gonna live forever.
Se bajó el nene.
El chofer arranca muy rápido, dejando atrás la frecuente y peor parte de sí.
A las tres cuadras se tapa el rostro con la palma. Mueve lentamente su cabeza en índole de descontento. Gonna live forever.
Comentarios
Publicar un comentario