"Quiero. (Si fuese la verdad púrpura)" de Guido B. Magallán.

El tremor de los autos, desde el balcón,
la tarde roja y la noche,
nos indagan.
Tu cuello vencido, sobre mi hombro;
la tentativa
de sanar tu quebranto.

Quizá así nos recordaremos:

En mi soledad, 
levitás como el halo rojo
y caés desde el sendero:
los pasos que marcan las veredas;
todos esos lugares
que has cambiado.

El estruendo de tu sondeo,
recostada, palpitante,
marchitándote sobre la cama.
Las dos estrellas en la noche,
tu vorágine tibia,
la sábana, tu espalda.
Toda esa vida que esconde tu voz en reposo.

Tu rocío me viste de calma.

Blanca y suave, petulante
el perfume de tu identidad
que me cega.
Te pregunto en las fotos;
quiero hallarte.

Cómo me cuesta descansar en tu regazo.
Suspiro; 
tus cúpulas capturan
la luz perdida en la oscuridad.

¿Y si añorás?
Yo no quiero contenerte,
quiero que nades junto a mi.
¿Y si la evocás?
No puedo cuidarte de vos misma;
no quiero que conmigo olvides.

Quiero descubrir este mundo.

La luz de tus gestos es abrazadora,
me aturde:
Quiero aprender a ser y estar
dentro de tu agua oscura.

Al sostener las cúpulas
se incendia mi pecho.
¿Cómo lo haría?
Son parte de mi delirio.

(Si fuese la voz parte del cuerpo.)

Soplaría de mi polvo púrpura
para que no le temas al ser natural.

Quiero que admires lo que no envejece.

Observame, 
mientra persigo las estrellas.
porque sin querer,
sembré las sinestesias en los cristales.
Tendrías que aprender
a sostener cada aurícula,
con suavidad,
a esbozar el beso clarividente
para despertarme.

Quiero que te bañes en mi tinta.
Quiero del sabor de tu silencio.
Quiero que persigas el reflejo de mis ojos.

Quiero el placebo
para distinguir 
el color de las flores.





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